Turkmenistan (24/07-25/07)

24/07/17

Despertamos en el parque de Bajgiran despues de una tranquila noche y nos dirigimos hacia la frontera.

No hemos conseguido hablar con el fixer, que nos dijo que le llamaramos antes de salir, pero bueno, intentaremos entendernos, ya estamos acostumbrados a que no nos entiendan nada.
Por suerte para nosotros, nos atendió un chico que sabía algo de ingles. Un sello aquí, un sello allá y estamos listos para salir (despues de 2 horas y algo).

Para Turkmenistan solo tenemos la carta de invitación, así que nos tienen que hacer el visado en la misma frontera. Nos toman las huellas y limpian el lector de huellas con saliva, para que quede limpio limpio, claro, después unas fotos y 205$ por los 3 visados. Ahora nos separamos, el «machine chofer» por un lado y los pasajeros por otro.

Marco se va con la furgo, mientras Helena y Miguel esperan sentados sin poder moverse, pues los guardias no les dejan levantarse del banco… No vayan a ser espías.

Mientras, la furgoneta pasa por control turkmeno. Primero hay que pagar las tasas. Los coches pagan 10$ y los autobuses 50$, el turkmeno de turno, un hombre que parece chino  tostado en la playa insiste en que la furgoneta es un autobus. Despues de unos cuantos «no big machine», el señor hace lo siguiente: 20$ y se señala su bolsillo.

Ah… aqui está, el momento del soborno, habiamos oido hablar de ello antes, pero no esperabamos que fuese tan descarado.

Se ofrece a dejarnos la tasa en 10$ si le damos 20$. Marco le pregunta si le gusta el futbol, hemos aprendido que normalmente la respuesta es «Si, Messi, Cristiano Ronaldo», y la negociación acaba en 5$ de tasa y 1 camiseta del Barcelona, de adulto y 2 infantiles para los nietos.

Despues de eso, viene el registro mas intenso que le han hecho a la furgo. Tuvimos que sacarlo todo, y al decir tuvimos nos referimos a Marco, porque al ser el «machine chofer» era el que se comía todos estos marrones. Después de comprobar que no llevamos nada raro y conseguir explicar para que sirven las pastillas potabilizadoras, se acaba la inspección y podemos entrar finalmente en Turkmenistan.

Al salir de la frontera nos ofrecen cambio a Manat, rechazar esto fue el mayor error que hemos cometido, pues no puedes cambiar los riales iranies en ningun sitio, ya que nadie, nadie quiere esa moneda, de hecho, terminamos el viaje con 70 eu en riales iranies y aun estamos viendo como conseguir cambiarlos a euros de nuevo.

La primera ciudad a al que llegamos es Asjabad, la ciudad del oro y el marmol, de hecho es la ciudad con mas edificios de mármoldel mundo (543 edificios). Un ciudad que parece un decorado de cine, donde no vive nadie, aparentemente, y todos los edificios parecen ser de algo muy importante. Los 51ºC que nos marca el coche nos obliga a pararnos a comer, beber y refrescarnos en general, lo cual resultó mas dificil, pues aqui cierran a la hora de comer, hasta los sitios de comida, vaya.

Una de tantas estatuas del «lider de todos los turcomanos»

Resulta curioso que todos los turcomanos tienen agua y electricidad pagada, así como un consumo determinado de gasolina, solo por vivir en éste país. Aunque eso no quiere decir que sea un lujo, sino mas bien excentricidades de un lider mal de la cabeza. Prueba de ello es que al mes de enero le ha puesto su nombre y al de febrero, el de su madre. Además, él mismo escribió un libro y se considera un tratado sobre moralidad y civismo, obligatorio de estudiar en el colegio y universidades.

Tras unas cuantas vueltas decidimos que en Asjabad poco vamos a hacer y sobretodo con el calor, así que vamos a Darvaza, pues nuestra idea era dormir hoy alli.

Saliendo de Asjabad se empieza a vislumbrar la realidad del país. Todo el dinero está ahí, en esa ciudad, las carreteras son nefastas, con grandes agujeros, y hay que ir super atentos para no meter una rueda ahi y reventar la dirección.

De camino a nuestro siguiente destino, escuchamos como una explosión en la parte de atras del coche. Bajamos y comprobamos que el cable del freno de mano ha reventado.Por suerte hemos parado al lado de la casa de unos turkmenos que nos ayudan, levantamos la furgo con el gato y desmontamos el cable colgante (realmente, nuestros amigos turkmenos hacen todo el trabajo), de forma que nos quedamos sin freno de mano para el resto del viaje. Les damos un par de paquetes de tabaco por la ayuda y seguimos.

Conducimos a 43ºC, Darvaza no llega y el sol va bajando, hasta que, segun el GPS, llegamos cerca del punto donde está el pozo, buscamos con la mirada en la lejanía, y vemos unos hombres que vienen en moto.

Nos ofrecen a llevarnos con sus motos al pozo y dejar la furgoneta aparcada lejos a cambio de 100$ por los tres.

El lider de esta banda de motoristas es un hombre delgado con la voz de Mickey Mouse que apenas sabe inglés (su vocabulario se limita a «yes, yes, darvazza, go»), otro de sus compinches parece un impasible ruso con un cuello de toro.

Tras pensar que si metíamos la furgo hasta el mismo pozo (7km) la podíamos liar con la arena… decidimos aceptar la oferta, tras bajarla a 60$.

Nos subimos en las motos y vamos hacia el cráter con el sol cayendo a nuestra izquierda. Sin cascos, con chanclas, tanto el conductor como nosotros, y sin sitio donde agarrarse, unido a los continuos botes de la moto te dan una sensación de inestabilidad importante, aunque no de miedo. Y es aquí donde te vuelves a dar cuenta de lo único que es el viaje, ¿donde sino vas a montar en moto, mientras anochece, por carriles de arena con un turkmeno que ademas de pilotarla te va enseñando fotos en el movil? Irrepetible.

Tan irrepetible como el pozo de Darvaza en si mismo. Un enorme cráter con fuego, el calor se siente desde bastante distancia e ilumina el cielo con tonos naranjas durante toda la noche. La historia del crater es graciosa. Los rusos encontraron unas reservas de gas, pero no las querían ahí, así que decidieron prenderles fuego para acabar con el gas existente y poder seguir excavando y construyendo. 40 años despues sigue ardiendo.

La mejor decisión fue venir de noche

Nos llevan de nuevo a nuestra furgoneta, que habiamos dejado antes de coger las motos, y nos encontramos con dos polacos que iban en moto y vienen de hacer la Pamir Highway, uno de ellos con la moto estropeada, van a hacer noche con nosotros, aunque ellos duermen sin tienda, en una esterilla tirados en el suelo con la ropa puesta. 43ºc a las 12 de la noche, así es Turkmenistan, y dicen que en el desierto hace frio por la noche…

Los motoristas polacos que conocimos

25/07/17

Nos levantamos temprano y nos vamos hacia Turkmenabat, frontera de salida del país, pues el visado de tránsito que nos han concedido dura solo tres días. Ya hemos aprendido como circular por las carreteras turkmenas. El truco es que alguien te adelante y tú seguirle,pues el va a ir esquivando boquetes y facilitándote la conducción, el problema es que van a 120 km/h en una carretera en la que a 80 ya nos parece demasiado peligroso, así que al final siempre los perdemos.

De vuelta de Darvaza, nos encontramos con los kiwis nuevamente y paramos a desayunar con ellos. Despues de unas señas de «coger pan y mojar» nos traen como un caldo de carne de algún animal indeterminado y algo de pan duro.

La idea es dormir cerca de al frontera, en Mary. Paramos a mitad de camino a comer, en una gasolinera donde tienen muchas ventas para comer y tras llevarnos a la cocina, Helena consigue que entiendan que ella quiere huevos y verdura y Miguel y Marco le dicen que sí, a algo que no saben bien lo que es. Finalmente nos traen la comida, con Helena han acertado, pero el otro plato resulta ser como una rodilla de camello metida en un caldo semitransparente. Si pinta mal, peor estaba de sabor.

No se puede decir que fuese un plato delicioso

Despues de la decepcionante y cara comida, volvemos al coche con ganas de llegar a nuestro destino, pero al llegar nos enteramos de que los hoteles son carísimos y solo aceptan $, ni euros ni su propia moneda. Nos sentimos indignados.En el fondo, ésto tiene sentido, pues turkmenistan no da visado turístico, por lo que si vas, será por asuntos de negocio, tendrás pasta y serás yanki… así que afloja la billetera.

Decidimos que ese no es el espíritu del viaje, o mas bien que no tenemos tanto dinero (y menos en $) así que pese a nuestras ganas de darnos una buena ducha, nos vamos de la ciudad y nos metemos por un carril entre dunas. Aquí dormiremos esta noche.

 

 

Irán [Parte 2] – (21/07 – 23/07)

21/07/17

Nos levantamos temprano para ir a la conocida como Mezquita rosa, a las 8.30 estamos en la puerta para entrar, pues es la mejor hora segúnnos han dicho.

Esta mezquita tiene unas vidrieras por las que entra la luz por la mañana y pinta el interior con multitud de colores.

Después de ésto salimos hacia Persépolis. Hoy si esta abierto, y el calor es insufrible, como siempre en este país. Estas ruinas son lo mejor preparado para el turista que hemos visto en Irán y, por primera vez desde que entrásemos, nos encontramos con más turistas extranjeros.

Al terminar con Persépolis vamos hacia Yazd, dirección norte de nuevo.

Por el camino, paramos en una ciudad a comer, decidimos comer con las latas que llevamos en un parque.

Estamos terminando de comer y se nos acerca una mujer de unos 70 años hablándonos en persa. La ignoramos, ya que no entendemos qué nos quiere decir y, para nuestra sorpresa, empieza a hablarnos en un perfecto inglés.

Nos pregunta si ya habíamos comido y nos invita a acompañarla a ella y a su familia en la comida, como ya hemos terminado, declinamos amablemente su oferta.

Nos cuenta que en Irán a los extranjeros los consideran invitados. Además, nos da su punto de vista sobre la opinión que se tiene de Irán. Culpa a Estados Unidos de esto, ya que es aliado de Arabia Saudí, quienes son fervientes enemigos de Irán. Cuando, según ella, los malos son ellos, que apoyan abiertamente al ISIS.

Tras casi una hora de agradable conversación, nos regala unas uvas y nos marchamos.

Unas horas después, llegamos a Yazd. Esta ciudad empezó a raíz de un oasis en mitad de esta zona desértica y por lo que parece el agua «sobra». Es algo que podemos notar en la ciudad, pues todos los hoteles tienen fuentes y muchas plantas.

Llegamos al centro histórico y empezamos a buscar hoteles (la oferta es bastante amplia) y nos quedamos con el más barato que encontramos. Tiene un gran patio interior, con una fuente, y nos ofrecen toda el agua, té y pastelitos que queramos.

22/07/17

Nos levantamos para visitar la ciudad.

Yazd (su zona antigua) es la ciudad mas grande del mundo de adobe, y la verdad es que es fácil perderse en su interior. Tras recorrer las laberínticas calles durante toda la mañana, volvemos a la furgo para continuar hacia el norte. Arreglamos un pinchazo (no sabemos cómo ha pasado estando aparcada) y salimos.

Recorremos durante horas y horas un inmenso desierto de tierra y arena. La carretera aparece como una infinita línea negra serpenteando entre la arena y perdiéndose en el horizonte.

Nos dan las seis de la tarde y no hemos visto ningún pueblo en la carretera (y sólo dos gasolineras en casi 400 km) cuando llegamos a una ciudad. Paramos a comer algo y seguimos un poco más.

Tampoco vimos ninguno de estos guepardos…

Empieza a anochecer y encontramos un carril de tierra que se adentra en el desierto hasta un antena repetidora. Montamos las tiendas al pie de la torre y nos acostamos arropados por el cielo estrellado de Irán.

23/07/17

Nos despertamos temprano y aprovechamos para reordenar la furgo por dentro. Cuando vamos a cerrar la puerta trasera… ¡Clonck! no cierra. Por algún motivo el tope de una de las puertas choca con algo, decidimos quitar la guía y seguir.

Llegamos casi a la hora de comer a Sabzevar, la última gran ciudad antes de la frontera. Preguntamos a varios locales por un lugar donde comer, hasta que uno de ellos (que tiene su moto aparcada cerca) nos dice que le sigamos y se lanza a toda velocidad en sentido contrario al que llevábamos.

Para no perder a nuestro guía nos vemos obligados a hacer un cambio de sentido en medio de la avenida de doble sentido, con el resultado de tener que maniobrar marcha atrás y provocando los pitos de los demás conductores.

Nos conduce a un extraño edificio que tiene en la misma planta una cocina de comida rápida y un banco y, en la segunda planta un restaurante, donde acabamos comiendo.

Conducimos unas horas más, el paisaje se vuelve montañoso de nuevo y llegamos al pueblo de la frontera, Bajgiran.

Este pueblo consta de una única calle y en la entrada hay un puesto militar, donde nos dicen donde se encuentra el hotel del pueblo.

El hotel resulta ser un ruinoso edificios, con las ventanas rotas, la mitad de los pasillos tapados con un montón de mesas y sillas rotas, lámparas rotas y todo cubierto por una considerable capa de polvo… Parece que no vienen muchos turistas por aquí.

Como no conseguimos que nos rebaje el precio por debajo de medio millón de riales (10€) decidimos dormir en tiendas de campaña.

Nos encontramos con un joven alemán que ha venido desde Alemania haciendo autostop y quiere llegar a la India, planea pasar la frontera al día siguiente. También va a dormir en una tienda, así que nos quedamos juntos charlando.

Acampamos en el parque del pueblo y nos acostamos.

 

 

Irán [Parte 1] – (18/07-20/07)

18/07/17

Comenzamos nuestra aventura en Irán.

Norma numero 1: Pantalon largo para hombres y mujeres. Mangas largas para las mujeres (y si eres hombre esta mejor visto) y el pelo tapado si eres mujer.

Después del pesado día de ayer, en la frontera y su larga espera, el dormir en el guesthouse (y ducharnos) nos ha sentado fenomenal, cogemos el coche con ganas de conocer este país.

Como no hay muchos quitamiedos en el camino, ya nos avisan de que si nos salimos de la carretera… vamos al agua irremediablemente

Nuestra primera parada es en Tabriz, donde empezamos a conocer como son los iraníes. Armados con una especie de «mapa turístico» nos decidimos a buscar los sitios mas significativos. Mientras hablamos entre nosotros e intentamos encontrarnos en el mapa, una mujer se nos acerca y se ofrece a llevarnos al mercado. Posteriormente otro hombre, mayor, nos hace un tour por el mercado y nos enseña los mejores sitios para cambiar su moneda, y era cierto, hacían muy buen cambio.

No podemos evitar pensar que quieren algo a cambio siempre, pero no es así. Siempre nos ayudan de buena gana, sin luego pedirte absolutamente nada y son super amables. Nos damos cuenta, y se reforzará a lo largo de nuestro paso por el país, que se esfuerzan muchisimo en que el turista no asocie su pueblo a terroristas islámicos.

Salimos de Tabriz y seguimos hacia el sur. Sabemos que en Irán no venden diesel si no vas en camión, y nuestra furgoneta es diesel, lo cual suponía un problema con el cual nos encontraríamos en algun momento. Sin embargo, en la primera gasolinera que paramos conseguimos que nos dejen llenar el tanque a la friolera de 0.10 centimos el litro. Igual que en España vaya…

Aqui tienen autopistas de peaje, eso si, nosotros la pasamos sin que nos cobren. Cuando el del peaje se entera de que somos españoles, siempre nos responden: «Cristiano Ronaldo! Real Madrid, Barselona, Messi. good good, go go» y pasamos sin pagar. A pesar de que no nos gusta el futbol especialmente, éstos van a ser nuestros mejores embajadores en el viaje.

Finalmente, llegamos a Saveh, donde paramos en un hotel que nos cuesta casi 1 millón y medio de riales (unos 20€ al cambio)

 

«Si, su hotel de esta noche será un millón y medio de riales, correcto…»

19/07/17

Nos dirigimos hacia Qom, una de las ciudades de peregrinación de Irán.

Tras callejear cerca de 1 hora esquivando motos y coches, que no se sabe bien quién tiene la prioridad, peatones que salen de cualquier sitio y sobreviven cruzando por cualquier sitio, y bicicletas con más valor que un torero, conseguimos aparcar en un parking al lado del mausoleo de Fátima. Tras aparcar, un hombre con malas pintas para el estandar europeo nos llama a gritos, creemos que quiere cobrarnos por el parking, pero nada de eso. Nos ofrece una tarjeta con la dirección del parking, para que podamos regresar sin perdernos. Increible.

La entrada al mausoleo esta separada por sexos, principalmente porque te cachean y segundo porque las mujeres van con el chador, y si no tienes, te ponen uno.

Helena y su chador prestado

Para entrar tiene que ser con guia,gratuito y en nuestro caso sabia ingles, pero no puedes entrar solo. Así que una mujer nos hace un recorrido y nos explica todo lo relacionado con su religión y este lugar.

Respecto al mausoleo, poco que decir, las imágenes hablan por si solas. Si pasas por Irán, debes parar por aqui. Es una ciudad muy muy religiosa, pero nuestra experiencia es que los turistas están aceptados mientras mantengas su código de vestimenta (que todo sea dicho, en verano a 50ºC es dificil de mantener sobretodo si eres mujer)

De Qom vamos a Isfahan, a 350km, mucho mas moderno que Qom. Y tras unas vueltas por la ciudad seguimos hacia el sur un poco mas para poder ver Persépolis al dia siguiente por la mañana.

Según nuestros mapas, en Isfahan había un río… ¡pero no nos indicaba que estuviera seco!

Nuestro paso por una gasolinera donde el dueño nos gritaba e increpaba para que nos fueramos nos hace pensar que en todos sitios hay gente que se sale de la media. Pero fue nuestro único encuentro con este tipo de personas a lo largo de toda una semana.
Para resolver el problema de nuestra escasez de gasolina, recurrimos a un camionero que se ofrece a pagar por nuestra gasolina con su tarjeta y que nosotros le paguemos a el en efectivo.

Hoy, después de todo el dia en la furgoneta todos maldecimos no haber arreglado el aire acondicionado antes de salir. Sobretodo los dos copilotos, van muy pegados y el calor se hace insoportable. Mas aún cuando hay cuestas muy largas y tenemos que poner la calefacción para bajar la temperatura del motor.

Nuestro plan original era dormir en Abadeh, 160km más adelante, llevamos un pequeño retraso y son las 19:30. Decidimos aprovechar el buen estado de las carreteras para conducir un poco más y retomar el plan original.

Llegamos a las 9 a la ciudad y, tras casi 1 hora preguntando por la dirección de un hotel, encontramos un hombre que, ante la imposibilidad de indicarnos el camino, nos guía con su coche hasta la entrada.

Ha sido un largo día de conducción y caemos rendidos en la cama.

20/07/17

Nos levantamos temprano para visitar Persépolis (a 1.5h de donde estamos) y Shiraz.

Llegamos a Persépolis y nos damos cuenta de que justo hoy es festivo nacional y esta todo cerrado. Nos hemos recorrido mas de 1000 km desde la frontera con Armenia para llegar justo en el dia festivo.

Decidimos ir a Shiraz y pasar allí el dia, y mañana volver a Persépolis en nuestro camino hacia el Norte de nuevo.

Shiraz es otra de las grandes ciudades de peregrinación de Irán y, puesto que es una mezquita, el principal complejo monumental se encuentra abierto. Allí, una vez más, nos asignan un guía que nos hace un tour en inglés, junto a un pequeño grupo de turistas que también se encuentra de visita.

Buscamos un hotel y aprovechamos las horas más calurosas para descansar en nuestra habitación con aire acondicionado.
Llegamos a Shiraz donde reservamos un hotel por 24€ , sobretodo lo pagamos por tener aire acondicionado en la habitación.

 

 

Armenia y primeros pasos en Iran – (15/07 – 17/07)

15/07/17

Nos levantamos a la hora acordada con el ruso-armenio , y allí está él, en el campo, preparando los caballos.

Salimos con tranquilidad, nuestro plan hoy es dormir a medio camino de la frontera con Iran, y no son muchos kilómetros.

Ha resultado ser un bonito pais Armenia

Tenemos una única gran preocupación. Un ruido extraño que hace el coche. Como si arrastrase algo cada vez que frenase…

Marco haciendo como que sabe de mecánica intentando ver que hacía ese ruido

Reservamos por booking, aprovechando un wifi abierto de una tienda, un hotel o similar a 16€ los tres. Siguiendo indicaciones llegamos a donde se supone que estaría el hotel,pero en su lugar hay unos edificios abandonados. Nadie sabe nada de este hotel, pero preguntando en una tienda, nos dicen que esperemos. Tras una llamada de teléfono, aparece una señora mayor que nos lleva al hotel.

Efectivamente, era uno de los edificios abandonados que vimos. Un hotel ruso de mediolujo venido a menos, que ya no acoge a nadie, y suponemos que la señora aprovecha los pocos turistas que vienen por aquí para sacarse un dinerillo.

Tras pasar por varios ostentosos pasillos y escaleras (claramente deterioradas) y algunas habitaciones con tiestos hasta la puerta, llegamos a nuestra habitación. Al verla decidimos que no nos quedaremos aquí, las camas son enanas y todo está lleno de polvo. Seguro que encontraremos algo mejor.

Dificilmente le conseguimos decir a la mujer que nos vamos, pues no sabemos ni que idioma habla.

Finalmente, acabamos en un camping, cerca del hotel, con piscina y lavadora. ¡Los dueños del camping super amables! Los armenios son mas simpáticos que los de Georgia. Nos atrajo la idea de dormir en una de las casa en árbol que tenían, pero por desgracia los mosquitos pensaron lo mismo durante esa noche.

16/07/17

Marco tiene pesadillas con el ruido de la furgo, así que antes de salir, la levantamos con el gato a ver si averiguamos algo. La rueda hace un extraño ruido al girar, como si arrastrase algo ¿quizas una piedra en las pastillas de freno?

Por suerte, justo enfrente hay un mecánico y uno de los empleados del camping nos lleva hasta él. Un armenio con la mitad de la dentadura de oro, y a pesar de ser domingo esta abierto. Tras escuchar el ruido nos mira y dice «small problem». Tras desmontar la rueda nos enseña la pastilla de freno, totalmente gastada.

El cadaver de la pastilla a la derecha, la nueva a la izquierda

No hay recambios del mismo modelo, pero aqui son unos supervivientes, asi que consiguen fabricar unos soportes para poder enganchar una pastilla de otro modelo.

La sala de espera

Unas 4 horas después y con 50€ menos decimos adiós a nuestro mecánico.

Seguimos hacia el sur, ahora sin ruidos extraños. La carretera comienza a ascender de nuevo y, relajados por la ausencia de ruido en la rueda, nos relajamos hasta que «piiii» la señal de parar el motor vuelve a sonar. La temperatura sigue subiendo.

Utilizamos un truco aprendido de nuestros amigos camioneros turcos, poner la calefacción. Esto es, a más de 30º, poner la calefacción era justo lo que hacía falta.

Comenzamos a buscar un lugar donde comer que admitan euros y, en uno de estos sitios vemos un WiFi que nos resulta familiar :»KiwiNomads».

Anda, ¡los kiwi están aquí! Pronto vemos su enorme y cantosa ambulancia y nos acercamos a saludar. Los KiwiNomads son otro equipo del rally, formado por 5 neozelandeses jubilados y viajan con una enorme ambulancia increíblemente bien equipada (mesas, sillas, un equipo WiFi…)

Nos invitan a comer mazorcas con mantequilla y tenemos una agradable conversación donde descubrimos que vamos a pasar la frontera de Irán juntos, así que quedamos en vernos por la mañana allí.

Unos kilómetros más, cerca de la frontera, encontramos un hueco donde poder esconder la furgoneta y dormir. Montamos las tiendas y esperamos un rato para acostarnos.

En ese tiempo, llegan unos camioneros y empezamos a incomodarnos. Si los camioneros utilizan este sitio para dormir debería ser seguro, aun así no podemos evitar estar preocupados. Estamos en una zona en la que el gobierno de España no recomienda viajar por haber estado en guerra con Azerbaiyán, de hecho esta marcada como conflictiva. Decidimos que lo mejor es acercarnos a saludar. No hablan inglés, ni nosotros armenio, pero una conversación a señas deja claro que todos pensamos dormir allí.

Nos invitan a comer con ellos y nos ofrecen pan, huevos y tomate. Al poco sacaron una botella de 7up que en realidad era vodka, pero claro, como venían de Irán, y allí es ilegal pues la llevaban escondida, y entre tres tuvimos que dar cuenta de ella, porque se ve que es de mala educación no beberlo con ellos.

Varios chupitos de vodka después nos vamos a la cama, pensando en lo distinto que es todo aquí.

17/07/17

Nos levantamos pronto, pues queremos llegar a la frontera lo mas pronto posible. Ya empezamos a ver el rocoso paisaje iraní.

El rio que separa Armenia de Irán

La salida de armenia no es difícil, puro trámite al que ya nos estamos acostumbrando. Un pequeño puente separa ambos países. Esta frontera es muy poco transitada.

Un garito de policia, con dos iraníes nos recibe. Debemos pasar andando y luego el chofer debe pasar el vehículo, por lo que decididmos ir a buscar a nuestro fixer.

¿Fixer? Pues si, porque hemos contratado a un local para que nos ayude a pasar la frontera, para que nos facilite el tema de los seguros a contratar y demás… básicamente la alternativa era dejar una fianza de 2000 €, cosa de la que no nos fiábamos.

Tras pasar el control,no encontramos a nuestro hombre, decidimos esperar un rato antes de realizar las llamadas correspondientes, y en eso que aparecen los kiwi nomads, que tambien tienen contratado al mismo fixer. Según nos dicen, han hablado con él, y llegará en 10 minutos, minutos iraníes,  que resulta ser cerca de 1 hora.

Bueno, una vez con el fixer, nos dirigimos a otro edificio lleno de ventanillas,pero con 3 personas atendiendo, y todo en perfecto iraní. 5 minutos nos dice el fixer, lo cual se convirtió en 30 minutos de espera, en los cuales nuestros papeles no paraban de ir de un lado para otro, pero aparentemente sin propósito. Es dificil explicar la situación sin estar allí. La sensación de que todos hacen como que estan trabajando pero aparentemente no hacen absolutamente nada.

Bueno, finalmente, vuelve nuestro fixer y nos informa que faltan 3 horas de espera, y tras pasar esas 3 horas, nos informa que faltan otras 2 mas… eso nos situa en las 16.00. Claro, la hora de la siesta, y eso va a muerte en Iran. Cierran todas las ventanillas y se retiran hasta las 18.00.

Así nos quedamos con cara de tontos, 3 españoles y 5 neozelandeses. Miramos al fixer, el cual se encoge de hombros y nos mira con cara de resignación.

Bebidas iraníes. Una es fácil de identificar

Finalmente a las 19.00 nos dan los papeles y ya podemos entrar en el país (unas 10 horas después), el coche lo inspeccionan por encima, y salimos dirección Tabriz junto a los kiwis, y a medio camino encontramos un sitio para cenar con un guesthouse al lado (12€ los tres)

Junto a los kiwis saliendo de la frontera iraní

 

 

Turquía [Parte 2] y Georgia – (12/07 – 14/07)

12/07/17

Nos levantamos temprano en la gasolinera, práctica habitual ya.

Hoy nos espera un dia largo de conducción, hasta Sumela y luego unas horas hasta Rize.

Las 3 primeras horas suelen pasar rápidas, luego empieza a resentirse primero el copiloto que va en medio.  Turquía nos sigue sorprendiendo, con unas carreteras en muy buen estado, sin embargo, Google nos dice que es mejor otro camino, y lo que San Google dice, va a a misa, asi que le hacemos caso y pasamos a una carretera secundaria con bastantes baches.

En uno de éstos, una piedra choca con el cubrecarter. La buena noticia es que el cárter no ha sufrido, la mala es que el cubrecarter se ha vuelto a caer. Paramos rápidamente en una pequeña cuesta y nos metemos en un campo de unos apicultores, que amablemente nos guian a un sitio donde podemos arreglar el problema. El gato no nos sirve, pues el suelo esta en pendiente, así que sacamos unas planchas que llevábamos y con unos troncos por debajo conseguimos montar una pequeña pendiente donde subir las ruedas delanteras.

No hay nada que no se pueda resolver

Y es aquí donde Helena por fin da a luz su idea, que la lleva pensando desde que salimos de Cádiz. ¿Porque no usáis alambre en vez de bridas? Es imposible rebatir nada, obviamente un alambre es mucha mejor solución y nos ponemos a buscar en los cajillos. Los turcos finalmente nos traen uno bastante gordo y con unos alicates lo conseguimos montar todo nuevamente, mucho mas fijo que antes.

Nuestros nuevos amigos turcos insisten en que tomemos té caliente, así que no podemos declinar la oferta y pasamos a una casa que tienen alli. Junto al té traen unos pequeños calabacines, delicias turcas, mas té, galletas… de todo, se vuelcan en que nos quedemos satisfechos con su hospitalidad.

Dejamos atrás la casa y volvemos al coche. El paisaje va cambiando, de unas áridas colinas a zonas muy verdes pasando por montañas de mas de 2000 metros. Subimos, bajamos y subimos y bajamos de nuevo las montañas, hasta que el coche se calienta en lo alto de una de estas montañas. Paramos a un lado, al menos las vistas son bonitas.

Hoy no llegaremos a Rize.

Un camionero, al vernos parados y con el capó abierto, se para al lado nuestra. Comienza un intercambio de palabras en turco, español, ingles y gestos hasta que le queda claro nuestro problema. Al verse incapaz de hacerse entender, hace una llamada y nos pone un altavoz. Suena la voz de una mujer hablando inglés, que resulta ser su hermana. Nos dice que 7 km más abajo hay una fuente con agua. Así que, una vez enfriado el coche, bajamos a la fuente. El camionero viene detrás para confirmar que todo esta bien y podemos seguir nuestro camino. Aprendemos un nuevo truco, poner la calefacción a tope cuando se está calentando, si, en verano, con 40º.

El monasterio de Sumela se encuentra en la pared de una montaña. No lo podemos visitar pues está siendo restaurado, pero se accede por una carretera empinada y estrecha. Sufrimos viendo la temperatura del motor subir y subir, por suerte no salta el aviso de temperatura.

Finalmente vamos a Trebisonda a dormir, no estamos en Rize, pero nos hemos quedado cerca. Hoy era un dia simple de conducción y al final nos han pasado cosas interesantes… ¿Será ésto un preludio de lo que nos espera?

13/07/17

Nos levantamos tarde para lo que estamos acostumbrados, ya que el desayuno está incluido con la habitación y se sirve a las 8.

Cogemos la autopista en dirección Georgia. La carretera pasa pegada al mar Negro, el último que veremos en nuestro viaje.

Tras un par de horas llegamos a la frontera. Un policía nos redirige a la carretera de vuelta a Turquía. ¡Pero si todavía ni hemos salido!. Conducimos paralelos a una larga fila de coches durante casi 2km. Efectivamente… es la cola para entrar al país.

Y pasan las horas… Aprovechamos para darnos un baño en el mar, conocemos a unos franceses que se dirigen a Astana (capital de Kazajistán), donde tiene lugar la expo de este año y nos entretenemos jugando a un juego de cartas que hemos traido.

 

Toca esperar

Tras unas 3 o 4 horas de lenta cola, nos toca por fin el turno. El policía nos dice que los pasajeros deben entrar andando y nos señala otra cola…, otra vez a esperar…

Entramos en un increiblemente atestado edificio donde pasamos el control turco sin problemas y llegamos al control de Georgia, donde el policía se entretiene más de 15 minutos con cada uno de nosotros, mirando el reflejo de la foto y comprobando mil cosas.

Por otro lado, Marco, en el coche tiene que enseñarle a la policia el interior del vehículo. Sin mayor registro pasa sin problemas y claro… ahora viene el problema. Separados, sin moviles y sin saber cuanto esperar ni donde… ¡y con la policia pitando porque no puedo parar en la salida de la frontera! Esperando a los peatones del equipo, acaba aparcando en doble fila y haciendose el loco cuando pasa la policia.

Las vacas no respetan el código de circulación. Al fondo la frontera de entrada a Georgia, ya una vez pasada.

Finalmente llegamos a Georgia, cambiamos dinero y salimos rápidamente, llevamos unas horas de retraso y nos gustaría recuperarlas.

Las vacas se nos cruzan por la carretera, aquí el ganado va libre y tiene mas prioridad que tu en la carretera, al menos asi lo entendimos, pues no queríamos darles y ellas no se querían mover.

¡Ojo que pasan vacas todo el rato! Estas señales son de verdad

La primera ciudad a la que llegamos se llama Busmati.

Aqui las normas de circulación ya son mas … laxas.

Creemos que en Georgia hay bastantes accidentes, no graves quizás, pero si golpes, dado el alarmante número de coches sin guardabarros delanteros, incluso sin faros y con la matrícula colgando de un alambre. Decidimos que hay que salir a carretera ya, antes de que nos convirtamos en uno de esos coches de Georgia.

Busmati y sus edificios rusos

Tras unos kilómetros de lenta carretera, cogemos el desvío a Tiblisi, la capital, y de pronto la carretera por la que nos indica el track se convierte en un carril de tierra con socavones como melones. Son las 19.00 y esta carretera, según el mapa durará 100 kms mas. Nuestra moral cae por los suelos, contábamos con cruzar Georgia rápido y aquí tenemos que ir a 30 km/h. Además, Miguel empieza a encontrarse enfermo.

Preguntamos a un local si podemos dormir en su patio y entendemos una señal de que estamos locos seguido de un claro «niet!». Pasados unos kilómetros vemos un puente y un carril pequeño que baja a nuestra derecha y pasa por debajo, meteremos ahi el coche y dormiremos en las tiendas, porque ya es de noche. Decidimos dormir temprano y levantarnos al amanecer para poder hacer todos los kilómetros posibles al dia siguiente, pero al poco de acostarnos nos damos cuenta de lo peor.

Paralelo al puente que hemos pasado hay un puente para ferrocarriles, el ruido que producen al pasar es horroroso y pasamos la noche despertandonos continuamente por culpa de ésto.

Nuestro hotel de hoy

No estamos muy contentos con esta entrada en el país.

14/07/17

Nos levantamos temprano y salimos. Miguel parece que tiene una insolación así que el dia de conducción de hoy recae en los otros dos miembros del equipo. Retomamos el carril y descubrimos que 500 m. mas allá se convierte en una carretera estándar. Esto es un subidón de moral considerable, podremos seguir con el plan establecido.

El paisaje es bonito

Georgia lo cruzamos por lo tanto en coche, sin mucho mas problema, y llegamos a la frontera a las 14.30 tras pasar 10 km de carril previos al puesto fronterizo y salimos de Georgia sin problemas.

La frontera de salida de Georgia

La frontera armenia está a varios kilómetros de distancia, y una vez allí, en una cabina te piden todos los papeles y te cuentan lo que tienes que hacer, la verdad es que estaba bastante bien organizado, hasta tenía un banco para que cambieses monedas. La frontera como tal ya empieza a alejarse de las que habíamo visto. Ésta no es mas que una valla y un pequeño edificio bastante estropeado.

Tras pagar ciertas tasas: impuestos de circulación, no se que ecológico, impuestos de carreteras y seguro, nos dejan pasar. En total, unos 30€.

Entramos en Armenia y vamos a buscar donde dormir que nos podamos duchar y dormir tranquilos.

El paisaje es espectacular. El frio hace que nos demos cuenta de que estamos a mas altura de la que pensábamos.

Vemos una señal de Camping Tourism centre y decidimos seguirla, hasta llegar a un poblado de cinco casas y un montón de animales. Metemos la furgo en el supuesto camping, que no es mas que una casa, y un chico que sabe ruso y armenio nos atiende. Con algo de esfuerzo nos dice que por 20€ podemos quedarnos los tres en la casa (con salon, cocina y varios dormitorios vacios), y con mucho mas esfuerzo y la ayuda de un diccionario, conseguimos acordar que mañana a las 8 de la mañana le damos las llaves y nos vamos.

Desde la puerta de nuestro hotel vemos el parking de la furgoneta y la fauna local alimentarse

Y se va el ruso. Nos quedamos en una casa con television, ordenador, varios pares de esquíes, botas, sacos buenos de dormir… un montón de cosas, que podríamos coger e irnos, porque el tío ¡ni me ha pedido el nombre siquiera!

No podemos evitar pensar en que pasaría si fuera España. Armenia parecía un sitio donde no fiarte de nadie… y luego la realidad te golpea en la cara.

Turquía [Parte 1] – (9/07-11/07 )

9/07/17

Nos levantamos temprano y salimos a ver Estambul. El centro está a 40 minutos andando, así que decidimos ir andando mientras hacemos tiempo y abren las tiendas y, mas importante, los bancos, pues no tenemos dinero local.

Visitamos la mezquita Azul y la catedral de Santa Sofia (reconvertida en museo). Ambas resultan ser visitas imprescindibles de la ciudad.

Mezquita azul (e interior de esta) y Catedral de Santa Sofía

 Nos dirigimos a continuación al gran bazar de Estambul, nos imaginamos caminando entre cientos de olores y especias, comiendo una gran cantidad de diferentes dulces y contemplando numerosos artículos artesanales.

Nada mas lejos de la realidad pues, al ser domingo, todas las tiendas (salvo una de Calvin Klein) se encuentran cerradas. Desilusionados, nos dirigimos al último lugar que visitaremos de la ciudad, el palacio de Topkapi, donde nos hacemos una foto con vestidos turcos.

Decidimos volver a la furgoneta. Decididamente, Estambul da para mucho mucho mas, pero nosotros tenemos que seguir nuestro viaje.

Compramos unas «delicias turcas» que efectivamente, están deliciosas, y pasamos por uno de los puentes de Estambul, de vuelta a nuestro backpackers. Éste puente, de dos plantas es curioso, pues en la planta de arriba muchos turcos están pescando peces, que en la planta de abajo, te los sirven al mas puro estilo tapa española.

Cruzamos el puente sobre el Bósforo y Europa nos despide con una preciosa estampa, con los numerosos minaretes de Estambul recortados sobre el cielo y el sol reflejado en el mar.

Cruzamos el Bósforo y nos despedimos de nuestra querida Europa

Continuamos varias horas más, en dirección Ankara, aprovechando el buen estado de las carreteras y comenzamos a buscar un lugar donde dormir, a ser posible un área de descanso con cesped donde montar la tienda. Pronto se descubre que debemos bajar las expectativas si queremos dormir.

Finalmente, decidimos salirnos de la autopista y meternos por un carril. Encontramos un pequeño llano junto al carril y decidimos montar las tiendas en lo que parecia un carril sin tráfico. Los 5 o 6 coches que pasan en el tiempo que tardamos en montar las cosas nos hacen ver lo equivocados que estábamos. Ya ha anochecido así que no hay vuelta atrás.

Nos cenamos unos fideós instantáneos y nos vamos a dormir intranquilos por la cantidad de luces que se ven pasar a escasos metros de nosotros.

No nos parecía el mejor sitio para dormir, de hecho, Marco durmió como 3 o 4 horas según dice. Helena por su parte señalaba que «Salí de mi zona de confort en el aseo del backpackers, dormir aqui ya es mi zona de miedo». Además, Marco salió por la noche al cuarto de baño y al volver a la tienda le dio por pensar que no habia visto la furgoneta. Eso le dió para un buen rato de pensar como podría alguien venir y robarnos la furgoneta sin que nos enterásemos.

10/07/17

Son las 5.30 de la mañana pero nos despertamos igualmente, ha hecho frío por la noche, y al menos, dos de nosotros no podíamos ni dormir. Además, tenemos mucho camino por delante. Llegamos a una ciudad cerca de Ankara y paramos a sacar más dinero y a desayunar. Unas horas después llegamos al lago Tuz, que se encuentra totalmente seco y no es más que un gran desierto de sal. Paramos a un lado de la carretera y nos acercamos andando. Pronto descubririamos que es más fangoso de lo que parecía a simple vista.

El fango no perdona y quiere quedarse los zapatos de Helena

Tras limpiarnos bien la sal (y compartir una sandía que nos ofreció una agradable familia turca) seguimos hacia el sur.

Es casi la hora de comer cuando llegamos a una gasolinera con un merendero, estamos cerca de Ihlara, nuestro destino del día, así que decidimos parar.

Mientras estamos comiendo se nos acercan 2 hombres, interesados por nuestra vario pinta furgoneta. Tenemos una conversación de besugos donde a medias con un traductor y señas, les explicamos nuestro viaje.

Terminamos de comer y nos invitan a té, mientras nos cuentan a que se dedican y cosas sobre sus familias. Les regalamos unas camisetas del Real Madrid y nos marchamos.

Seguimos hacia el valle de Ihlara y aparcamos en un camping cercano. De allí vamos al sendero que cruza el valle. Es un recorrido de 25km, pero sólo haremos los que nos de tiempo, dada la hora que es.

El sendero discurre siguiendo el curso del río, atravesando el valle formado por altas montañas cortadas a pico. En las paredes de roca se encuentran excavadas numerosos habitáculos, iglesias, templos o casas, hechos hace muchos años por los habitantes locales.

Volvemos a nuestro camping, donde cenamos y montamos nuestras tiendas.

11/07/17

Tras una agradable noche donde las ranas del riachuelo cercano nos dan un recital. nos levantamos y desayunamos la comida que llevamos en la furgo.

Nos dirigimos a un complejo de templos cercano. Se trata de una serie de templos y edificios excavados en la roca, al estilo de los que vimos en el valle de Ihlara, pero mucho más grandes y numerosos.

Tras esto, nos dirigimos a la ciudad subterránea de Derinkuyu. Los numerosos puestos de venta de souvenirs nos indican que nos estamos acercando. Derinkuyu es una ciudad excavada bajo el suelo de roca, desciende 60m en el subsuelo y cuenta con una gran cantidad de pasillos, habitaciones y escaleras por los que es fácil perderse.

Recorremos los serpenteantes pasillos cada vez más estrechos (hasta el punto de tener que pasar a gatas) y arrepintiéndonos de no haber cogido una sudadera pues hace un frío que pela.

Conseguimos salir y nos dirigimos hacia la ciudad de Uchisar. Tras parar a comer en un bar cercano, subimos al castillo. El castillo de Uchisar está excavado en una montaña (como todo en esta zona) y tiene unas geniales vistas de la zona. Un pequeño error al medir las distancias aparcando provoca el arranque del parachoques trasero, nada que unas bridas no puedan arreglar.

Sacamos unas fotos del paisaje que nos rodea y seguimos hacia Goreme. Encontramos un rancho de caballos donde hacen rutas guiadas por el parque natural y, como entusiastas de los caballos, no podemos rechazar la oportunidad.

Finalmente llegamos al «open air museum» de Goreme donde, una vez más, hay una gran cantidad de iglesias excavadas en la roca. Aunque éstas se encuentran en mejor estado de conservación, decidimos que hemos tenido boquetes y agujeros suficientes por hoy y decidimos hacer una visita rápida, pues aún queremos hacer muchos kilómetros en este día.

Saliendo del parking del «open air museum» tenemos que subir la cuesta más empinada que hemos visto nunca y encima, de adoquines. El cubrecarter hecho a mano con chapas nos da todo un concierto durante la subida. Al llegar arriba y encontrar de nuevo asfalto, el taka-taka de las chapas del cubrecarter chocando entre sí, se convierte en un shjjjjj continuo. Paramos en el arcén (si es que esos 5 centímetros de ancho se puede llamar arcén) para confirmar lo que temíamos: El traqueteo ha hecho que las chapas corten las bridas de forma que llevamos el cubrecarter arrastrando.

Como no tenemos alambres o tornillos con que arreglarlo, nos tenemos que contentar con colocar nuevas bridas y ver cuanto aguantan.

La precaria operación

Seguimos conduciendo otro par de horas y, como empieza a anochecer, decidimos buscar un lugar donde acampar. Vemos una gasolinera con mucho espacio libre, así que le preguntamos al encargado (mediante gestos) si podemos pasar la noche allí.

Nos contesta con una sonrisa y nos dice que sin problemas, que la gasolinera está vigilada 24 horas con cámaras. Ha sido un largo día de boquetes y agujeros, así que toca descansar.

 

 

Europa [Parte 2] – (2/07-8/07)

Amanece con sol. Parecía que no iba a ocurrir, sobretodo por el frio que ha hecho por la noche, pero ya podemos poner las pegatinas del rally a la furgo. ¡Ahora si que parecemos ralliers de verdad!

Llegamos a Praga y aparcamos en zona azul, que ademas es Domingo y es gratis.

No pretendemos poner una guia de viaje de Praga, o de otras ciudades que visitemos,  pero ésta es muy bonita. Sobretodo resaltar el castillo y la Catedral de St Vitus, impresionantes, al igual que las vistas desde ahi arriba. Por supuesto, no pueden faltar los dulces de la zona para almorzar.

Aqui la gasolina es mas barata que en Francia, por lo que decidimos llenar el depósito y salir hacia Viena y dormir cerca de la ciudad, para el dia siguiente entrar en un camping y aprovechar para lavar ropa y ducharnos.

No encontrabamos donde dormir hasta que vimos un cartel que ponia algo asi como «amethyste park» y decidimos entrar a lo que resulta que era una especia de super parque infantil y punto de salida de diversas rutas a pie. Esa noche cenamos rodeados de toboganes, tirolinas y cabras.

Lo tipico que te encuentras en una ruta al lado del Danubio

Al dia siguiente llegamos al camping, donde hacemos todo lo que teníamos planeado y nos vamos en metro al centro de la ciudad. Acabamos en el Prater, con ganas de haber probado alguna atracción, pero unos precios ligeramente prohibitivos nos hicieron pensar que mejor se lo dejabamos a los locales. Volvemos al camping y dejamos todo preparado para el próximo dia.

La famosa noria del Prater

Viena. Así, por todos lados

Son las 6 de la mañana y parecen las 10. Un sol de justicia, aunque menos caluroso que en España, nos despierta. Hacemos una visita al palacio de Schönbrunn y a la tarde nos vamos dirección Budapest, durmiendo a mitad de camino.

Budapest se puede ver rápido si no te metes en muchas historias. El Parlamento y el Bastión de los pescadores, visitas obligadas. Aparcamos en zona azul sin saberlo, lo cual nos lleva a la primera multa no pagada de nuestro viaje, y dormimos ya cerca de la frontera con Rumanía.

Rumanía, que de cosas se dice de este país. Se nota que hace un esfuerzo por ser europeo,  pero la situación económica no es la mas óptima.  Aqui ya empiezan a mirarte el coche en la frontera y a pedirte el DNI, puro trámite. Las autopistas brillan por su ausencia en casi todo nuestro recorrido en el país, los pueblos por los que pasamos se ven bastante pobres, pero las ciudades mas grandes, son muy «europeas». El bendito Booking nos dio con un alojamiento envidiable, 30€ por dos personas en un bungaloo con piscina. Con el calor que hacía, ésto fue como un oasis en el desierto. Nos merecíamos un poco de lujo y pasamos una buena tarde/noche en el local.

Al dia siguiente salimos hacia Bulgaria, tras las advertencias del dueño del bungaloo de que alli no son muy buena gente por las noches, y que intentemos no salir despues de que se ponga el sol. Con esta frase, de película de miedo, nos dirigimos hacia Sofia, donde recogeríamos a Miguel.

Él llega a las 00.15 asi que decidimos que lo mejor es que duerma en el aeropuerto, porque a esa hora no vamos a poder recogerle y ver donde dormir, y dentro de la furgo, no cabemos los tres. Sofía se ve rápido, y para hacer tiempo, decidimos ir al cine, que por suerte esta en ingles y de algo nos podemos enterar.

Nada mas sentarnos en el cine, nos avisan de retrasos en el vuelo y que llegaría a primera hora de la mañana.

La furgoneta está aparcada en un parking al lado del centro comercial del cine. Al entrar para aparcar,un señor con sus chanclas y pantalon largo, y camisa a medio abrochar nos recibe en perfecto bulgaro y se rie al ver que no entendemos ni papa. Por suerte, estamos volviendonos duchos en el lenguaje universal de gestos y escribiendo numeros y haciendo dibujos nos acabamos entendiendo.

Ya antes de que amaneciese, una persona intentó abrir nuestra furgoneta desde fuera. Aunque asustados, conseguimos conciliar un poco mas el sueño, y por la mañana nos enteramos de lo que habia sucedido. La puerta trasera estaba mal cerrada, y el guardia habia hecho un intento por cerrarla mejor. Y nosotros pensando mal del búlgaro…

El avión de Miguel se ha desviado y no llega a Sofia, sino que se encuentra en Varna. Llegar a él supone un desvio de 600 km por lo que esperamos a que Ryanair flete un vuelo Varna-Sofia, algo que finalmente ocurre y podemos hacer el encuentro de Alea Yakta Est al completo a eso de las 3 de la tarde.

Ibamos a salir a las 7 de la mañana a Estambul, ¡y ya vamos 8 horas tarde! Pensábamos ver Estambul esta tarde y el dia siguiente, pero ya ésto va a ser imposible de realizar, sin embargo, aun podemos llegar a Estambul.

Cogimos la furgoneta dirección Turquía, ya que tenemos la reserva pagada en un backpackers queremos llegar a éste. Vamos por la autovía y de pronto… la frontera.

La costumbre de las fronteras europeas nos habia hecho olvidar ésto. Una larguísima cola de coches pitando y colandose por todos lados.

Por suerte,somos europeos y tenemos 4 calles reservadas a nosotros,asi que nos vamos colando y serpenteando hasta llegar a las 4 famosas calles EU donde ya la cosa va mas fluida. La salida de Bulgaria sin problemas, la entrada a Turquía… larguísima la espera. El guardia fronterizo nos pide los pasaportes y repite nuestros nombres con poco acierto, mira todos nuestros visados y nos va diciendo los paises a los que vamos. Intenta enseñarnos algo de turco, pero es imposible que se nos quede algo en la memoria.

Nos abren la furgo, miran una caja… nos miran, miran la furgo… y nos dice que todo ok. Yo entiendo que no tiene ganas de mirar todas las cosas que traemos ahi atras.

Pasamos a otra ventanilla, nuevamente los pasaportes, los papeles, el coche, ésto, lo otro… ok , todo bien.

Salimos ya de toda esta cola y nos vuelve a parar un hombre cuando ya estabamos en marca. «passports finish?» nos pregunta. «Yes» le decimos, y nos hace señas de que sigamos.

A Estambul llegamos de noche. De hecho, sabes que vas llegando por los rascacielos. La entrada es una gran urba de 16 millones de habitantes, con enormes edificios. Supongo que habrá otras ciudades que impresionen, pero no habiamos visto algo asi nunca y se nos ha quedado grabado.

Los turcos tienen su propio código de circulación. Si eres mas rápido pasas. Si eres mas grande pasas. Si dudas, no pasas. Si cabes, pasas.

Es sencillo de entender, pero dificil de poner en practica cuando tienes calles de 40º de pendiente hacia arriba y con motos en direccion contraria mientras los peatones cruzan y las calles estan en obra.

Aparcamos en un solar, que se acababa en un precipicio de 6 metros. Fácil. Y vamos al backpackers que básicamente es una casa grande con muchas camas. Una de ellas ocupada por un chico iraní muy simpático que esta haciendo un master en Estambul de relaciones internacionales.

Aqui podemos ducharnos y cenar tranquilos. La verdad es que ha sido un dia largo y duro.

Europa [Parte 1] – (26/06-1/07)

Llega el dia. Decidimos salir temprano, pues empieza el verano y no queremos atascos innecesarios.

Salimos de Cádiz dos de los tres integrantes, ya que Miguel tiene que quedarse un tiempo para poder poner al dia temas de la universidad y del trabajo.

Primera parada. Madrid. Tenemos que recoger los visados rusos que tantos problemas nos han dado. La verdad es que el viaje se hace ameno, nuestras primeras horas de coche no nos pesan y salvando el calor que nos hace beber 5 litros de agua, todo va bien.

Es importante reponer fuerzas en la carretera

Al dia siguiente teniamos la cita para recoger los visados, ¡solo por la tarde! Estos rusos son imposibles… Hacemos un poco de turisteo rápido, mas bien un paseo, y nos dirigimos a por los papeles que nos han hecho tomar este desvío.
En 5 minutos estamos fuera de la embajada con nuestros 3 visados y de camino a Barcelona, ya que al dia siguiente toca solicitar trámite urgente para los visados de Mongolia.

Eso es. Hemos empezado el viaje y aun nos faltan visados.

Esta primera noche probamos por primera vez el colchón hinchable, ya que dormimos a mitad de camino, que llevamos dentro de la furgoneta, la verdad es que resulta cómodo, y a posteriori del viaje ya puedo confirmar que fue la mejor compra.

Por la mañana quedamos con unos amigos en Barcelona que nos llevan a la embajada donde hacemos el papeleo. Muy sencillo, muy rápido y sin problemas. ¡48 horas! Pasado mañana a esta hora tendremos que estar aqui para recoger nuestros últimos visados, asi que decidimos que podríamos aprovechar y acercarnos a Port Aventura.

 

Entre comidas, cenas y el dia en Port Aventura, se nos hace bastante amena la espera, ya habríamos querido estas facilidades mas adelante en alguna espera fronteriza.

Recogemos los visados sin mayor problema y salimos dirección Bruselas.

Aun no creemos estar viajando hacia Mongolia, pero el pasaporte con todos los visados es una muestra mas de que asi es, ese dia futuro que no llegaba nunca, llegó.

Tras varios peajes, llegamos a Carcassone y hacemos parada obligatoria para ver la cité que se encuentra muy bien conservada.

 

Despues de ésto, decidimos seguir hacia Paris y dormir por alli cerca, y como los peajes son para ricos, vamos por la carretera nacional, o el equivalente de alli, lo cual resultó una pésima idea. Cada kilómetro era sucesiones de tortuosas curvas continuas, carriles super estrechos donde a veces casi no cabían dos coches… Finalmente decidimos que no éramos tan pobres, aunque fue demasiado tarde, pues no había marcha atras. Nos quedaban 3 horas mas por estas carreteras hasta poder retomar la autopista.

Esta es una de las carreteras en buen estado, pero estrechitas y con mil curvas que puedes encontrar en Francia

Una vez en ella, nos dimos cuenta de porque tienen ese precio. Estan impolutas, con muchas areas de servicio o de descanso, muy grandes y con muchos servicios, así que decidimos dormir en una de éstas.

Nos levantamos. Otro dia mas de viaje, y ésta vez toca llegar a Bélgica.

En la frontera unos policias aparentemente en prácticas nos paran y se sorprenden al enterarse de nuestro viaje y al ver el interior de la furgo. Nos desean buen viaje y ¡listo! ¡Ja! Ya querríamos que todos los controles fuesen así.

Hacemos una parada en Brujas. Es muy bonita, y nos da pena no poder quedarnos mas tiempo, ¡pero hay que ir hacia Bruselas!

 

Esta noche, nuevamente en un area de servicio, empezamos a notar que el sol se pone mucho mas tarde y amanece muy pronto.
Nos despertamos continuamente por el ruido de la lluvia, 10º hace en el exterior. No va a ser una noche fácil para dormir, y un saco de camping ligero y un pijama de verano no ayudan.

Al levantarnos, salimos rápidos hacia Bruselas con la idea de no llegar tarde. Sin embargo, alli con tanto tunel, el GPS no paraba de perderse, y ademas, como la salida era dentro de un parque, no teníamos claro cuando podíamos entrar a éste sin infringir la ley. Debido a ello, nos tiramos como media hora rondando el parque hasta dar con la entrada. Menos mal que salimos temprano.

Alli nos encontramos con Jeroen, uno de los organizadores del rally y con otros equipos.
Todos resguardados de la lluvia en una pequeña carpa. Desde Bruselas salimos One little steppe, un equipo de chavales americanos, los kiwis (de nueva zelanda), un equipo de 2 motos que no recuerdo sus nombres (australianos).

 

Los kiwis son los únicos con los que compartimos parte de nuestra ruta, aunque ésta gente juega en otra liga. Tienen wifi en la ambulancia, un montón de sponsors, coches nuevos y un acento mas cerrado que el andaluz de pueblo profundo. finalmente consigo que nos entendamos, en la entrada de Iran podriamos vernos ya que vamos a entrar aproximadamente en las mismas fechas.

En ese momento, llega una partner, sin pegatinas, sin sponsors. solo dos personas y un coche. ¡Eso es! No somos los unicos pobres del rally.

Todos los coches que salimos de Bruselas. Faltaban equipos que salían de otros sitios

Toca la foto de grupo y la salida oficial. Nos situamos todos detras de la ambulancia de Jeroen y la tenemos que seguir hacia la salida de la ciudad… pero nos perdemos, ¡todos!
Un buen comienzo para el rally,  por suerte con el GPS podemos salir todos los equipos de la ciudad sin mayor problema y conducir hasta quedarnos a un par de horas de Praga. Si hacéis cuentas veréis que son unos cuantos kilómetros, pero como no paraba de llover… creímos que era la mejor opción.

 

 

El día que parecía que nunca iba a llegar.

Comienza el viaje, aunque no lo hace de la mejor forma posible, pues aún nos faltan dos visados (Rusia y Mongolia).

No sabeis la de problemas que hemos tenido con el visado ruso, ya que:

1) Son muy estrictos.

2) Te OBLIGAN a pagarles a una empresa asociada a ellos por la carta de invitación (que casualmente es bastante más cara que en otras empresas). Dicha empresa además  pone lo que le da la gana en las ciudades que visitas y tarda más de 4 días en mandarte el documento para luego decirte que en la dirección pongas «-» y que el número de referencia es «0000».

No voy a seguir hablando del tema porque me pongo de mal humor.

En definitiva, hemos tenido que retrasar la salida y modificar la ruta, pasando por Madrid para recoger (en horario de tarde) los pasaportes y conducir de noche hasta Barcelona, para poder entregar el martes los papeles en el consulado de Mongolia. Todo esto suponiendo que esten, claro.

Nuestra idea es pedir el trámite urgente para poder tener los visados mongoles en 48h, aunque no sabemos si nos lo aceptaran y si son 48h reales o no cuentan el día de entrega ni el de recogida.

Si todo va como nos gustaría, el jueves tras recoger los visados entraríamos en Francia e intentaríamos llegar lo más cerca de Bruselas posible.

En caso de que el jueves no estuvieran, por suerte tenemos una persona de confianza (gracias Carmen) que los recogería y los enviaría por correo a nuestro tercer componente del grupo, que el día 7 se une a la aventura en Sofía (Bulgaria). Demos gracias a la unión europea y al Acuerdo de Schengen.

Como tenemos que estar el día 1 en Bruselas, Francia va a ser un «conduce y no pares», sobretodo si salimos el jueves. Aún así nos gustaría parar en Carcasonne a estirar las piernas.

Si nos da tiempo, también queremos pasar por Brujas antes de llegar a Bruselas, pero ya decidiremos sobre la marcha según estén o no los visados.

Sea como sea, el día 1 a las 10:00 tenemos que estar en la salida del rally. La hora oficial es las 12, pero hay que estar antes para hacer fotos y «some stuff». Espero que el stuff sea que nos den las camisetas y pegatinas para la furgo.

Tras la salida, queremos parar (además de las paradas necesarias para descansar, dormir y demás) en Praga, Viena, Budapest y entrar en Rumania hasta Bran, donde hay varios castillos en la zona de Transilvania. Y ya desde ahí a Sofía, para con el equipo al completo entrar en Turquía.

Mañana comienza la aventura.

 

 

¡Muchas gracias!

Queremos agradecer a:

-Los compañeros del trabajo de mi madre (Ángeles)  por comprar nuestras chapas y  fundas de gafas solidarias.

-Asociación de vecinos «Reina Victoria» Muñoz Arenillas por el material de cocina para camping.

-Asociación de vecinos Las Tres Torres por aportar material escolar.

-El Bazar por su donación de calcetines y camisas.

-Club Alpino Sevillano (en especial a Ismael y Andrés) por las equipaciones del betis, camisetas del club y material escolar y material de camping.

-Todos los eventos y organizaciones uqe han colaborado con nosotros en las tómbolas benéficas

-Nuestras madres y amigas de ellas por su ayuda vendiendo estuches de gafas y otros artículos que nos han subvencionado parte de la furgoneta.

 

Muchísimas gracias a todos por colaborar con nuestro proyecto. Recordad que podreis seguirnos en Facebook, dónde publicaremos fotos del viaje y de la entregar de todo lo que habeis aportado.